Uno de los aspectos más fascinantes del estudio de la historia del Aikido es el gran número de figuras importantes de la sociedad japonesa que se encuentran.
Durante la larga vida de Morihei Ueshiba, tuvo relaciones y contactos con muchas personas importantes, no solo del mundo de las artes marciales sino también de la política, el ejército, las finanzas, etc.
Una persona en particular, prácticamente desconocido por los actuales practicantes de Aikido, fue esencial en el desarrollo de este arte antes de la guerra en Japón. Era el Almirante Isamu Takeshita.
El Almirante Takeshita es mencionado frecuentemente en conversaciones de viejos maestros, que conocieron a Morihei Ueshiba durante sus años en Tokyo antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.
Nació en Kagoshima en diciembre de 1869. Takeshita era miembro del clan Satsuma, en ese periodo, el clan Satsuma, era conocido por enseñar a oficiales de la armada; mientras el clan Choshu enseñaba a oficiales del ejército de tierra.
Las relaciones entre Takeshita y Ueshiba comenzaron como resultado de la incorporación de otro almirante, Seikyo Asano. Asano era creyente de la religión Omoto, y comenzó a practicar Daito-ryu Aikijujutsu en Ayabe, en 1922.
Impresionado por el arte de Ueshiba, Asano lo recomendó a Takeshita, su colega en la Academia Naval en Tokyo. Tras ver el arte de Ueshiba, en Ayabe, sobre el año 1925, quedó totalmente convencido que era un artista marcial excepcional.
Tras el regreso de Takeshita a Tokyo, presentó una fervorosa recomendación de Ueshiba, al retirado Almirante Gombei Yamamoto (un antiguo primer ministro), y para ello Ueshiba hizo una demostración en la casa de Takeshita ante un selecto público.
De ahora en adelante, el almirante jugaría un papel importante en la promoción de las actividades de Ueshiba, ante la elite de la sociedad japonesa. Esto tuvo como consecuencia que muchos oficiales del ejército, altos cargos políticos, y adineradas personas fueran devotas del especial estilo de jiujitsu de Ueshiba.
Además, Kenji Tomiki, quien luego crearía un estilo competitivo de Aikido, también empezó a entrenar en esta época.
El Almirante Takeshita no era sólo un admirador del arte de Ueshiba, sino también un gran practicante, a pesar de sus 50 años.
Practicó asiduamente durante muchos años, y durante un tiempo Ueshiba enseño en la mansión de Takeshita. Además, el almirante se encontró con el profesor de Ueshiba de Daito-ryu jiujutsu, Sokaku Takeda, en varias ocasiones.
Takeshita tal vez hubiera recibido clases por Takeda, aunque su nombre no aparece en los libros de Daito-ryu. Sabemos, por ejemplo, que Takeshita asistió al seminario dirigido por Takeda en el dojo de Ueshiba, en 1931.
Posteriormente, el hijo de Sokaku (actual Soke de Daito-ryu), Tokimune Takeda, dice que el Almirante Takeshita escribió un artículo en una revista titulado: “The Story of the Bravery of Sokaku Takeda” (La historia del valiente Sokaku Takeda).
Desafortunadamente, este artículo no se conserva. Fue durante los primeros años de práctica en Tokyo de los que Takeshita escribió cientos de páginas de notas, con el contenido de las sesiones de entrenamiento de Ueshiba. Las anotaciones, escritas a mano, consisten principalmente en descripciones detalladas de las técnicas de Daito-ryu, enseñadas por Ueshiba.
Esas notas, representan un importantes legado, no solo para los practicantes de Aikido, sino también para los de Daito-ryu. Constituyen una evidencia adicional de la íntima relación entre las dos artes.
Algo impresionante de la juventud de Takeshita, que no puede ser olvidado, es la relación que tuvo con el Presidente Theodore Roosevelt. Roosevelt, es bien conocido por hacer de mediador en la Guerra Ruso-Japonesa, por lo que ganó el Premio Nobel de la Paz, en 1906.
El presidente conocía la existencia del jiujitsu, como buen deportista que era, por lo que invitó al principal discípulo del fundador del Judo (Jigoro Kano) , Yoshiaki Yamashita, a ir a América a enseñar el arte. Incluso existe una fotografía de Roosevelt, del 13 abril de 1904, dedicada al “Prof. Y. Yamashita”. La persona que actuó de intermediario, por parte de Yamashita, fue el Almirante Isamu Takeshita.
Además, de sus conexiones con el mundo del Judo y del Aikijujutsu de Ueshiba, Takeshita salió del fondo del mundo del sumo, y ejerció una considerable influencia para que llegara a ser deporte nacional.
También sirvió durante un tiempo como director de la Asociación de Sumo.
Durante los años de oro del Dojo Kobukan de Ueshiba, en los años 30, Takeshita actuó como patrocinador, y frecuentemente aparece al lado de Ueshiba en muchas fotos de este periodo. Takeshita, también participó en una gran demostración de Kobudo, en 1935, como representante de Daito-ryu Aikijujutsu.
En esta ocasión era indudablemente el delegado del dojo de Ueshiba. En 1939, se incorporó al Dojo Kobukan de Ueshiba. Al año siguiente se creó la Fundación Kobukai, el precursor de la Aikikai. El Almirante Takeshita fue el primer presidente de la fundación.
Los contactos de Takeshita con la familia imperial llevó a una demostración en el dojo del Palacio Imperial Sainenkan en 1941.
Ueshiba primero rechazó la invitación, porque él no quería demostrar “falsas” técnicas ante semejante audiencia. Con esto quería decir que si hacía técnicas “reales” su compañero podría morir!. Finalmente, el Almirante Takeshita, siempre tan diplomático, persuadió a Ueshiba a enseñar sus “mentiras” de cualquier modo.
Gozo Shioda, uno de los principales estudiantes de Ueshiba en ese momento, cuenta la historia de cómo su maestro, incluso estando enfermo, hizo una exhibición espectacular de sus conocimientos, en esa ocasión.
El otro Uke de Ueshiba, durante esta demostración, Tsutomu Yukawa, cometió el error de atacar sin entusiasmo a su profesor enfermo. La mala gana de este Uke le hizo acabar con un hombro dislocado!.
Después del comienzo de la guerra, cuando muchos de los estudiantes de Ueshiba se dispersaron, el nombre de Takeshita dejó de ser mencionado en el contexto del Aikido. Todos los informes sobre el Almirante Isamu Takeshita lo describen como agradable, inteligente y noble.
Doshu Kisshomaru Ueshiba, durante una entrevista, ofreció el siguiente homenaje al almirante: “Un hombre que hizo grandes esfuerzos para asegurar el éxito de mi padre, después de llegar a Tokyo fue el Almirante Isamu Takeshita. Isamu Takeshita estuvo siempre con Morihei Ueshiba. Sin él no podríamos hablar sobre el desarrollo del Aikido en este momento”.